Atención - Este sitio usa cookies

Al navegar o utilizar nuestros servicios, acepta el uso que hacemos de ellas. Puede cambiar la configuración de 'cookies' en cualquier momento. Saber más

Acepto

Una cookie es un fichero que se descarga en el ordenador/smartphone/tablet del usuario al acceder a determinadas páginas web para almacenar y recuperar información sobre la navegación que se efectúa desde dicho equipo.
 
Política de cookies: Esta Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles.
 
¿Cómo se utilizan las cookies? Al navegar por este portal Web el usuario está aceptando que se puedan instalar cookies en su terminal y que nos permiten conocer la siguiente información: - Información estadística del uso de la web. - El 'login' del usuario para mantener la sesión activa en la web. - El formato de la web preferente en el acceso desde dispositivos móviles. - Las últimas búsquedas realizadas en los servicios de la web y datos de personalización de estos servicios. - Información de las encuestas en las que ha participado el usuario. - Datos de la conexión con las redes sociales para los usuarios que acceden con su usuario de Facebook o Twitter.
 
¿Cómo administrar cookies en el navegador? El usuario tiene la opción de permitir, bloquear o eliminar las cookies instaladas en su equipo mediante la configuración de las opciones del navegador instalado en su terminal:

Para ajustar los permisos relacionados con las cookies en el Navegador Google Chrome: - Hacer clic en el menú situado en la barra de herramientas. - Seleccionar Configuración. - Hacer clic en Mostrar opciones avanzadas. - En la sección “Privacidad” hacer clic en el botón Configuración de contenido. - En la sección de “Cookies” se pueden configurar las opciones.

Para ajustar los permisos relacionados con las cookies en el Navegador Mozilla Firefox: - En la parte superior de la ventana de Firefox hacer clic en el menú Herramientas. - Seleccionar Opciones. - Seleccionar el panel Privacidad. - En la opción Firefox podrá elegir: Usar una configuración personalizada para el historial para configurar las opciones. * Más información sobre Mozilla Firefox.
 
Para ajustar los permisos relacionados con las cookies en el Navegador Internet Explorer 9: - En la parte superior de la ventana de Internet Explorer hacer clic en el menú Herramientas. - Seleccionar la pestaña de Seguridad y utilizar la opción Eliminar el historial de exploración para eliminar las cookies. Activar la casilla Cookies y, a continuación, hacer clic en Eliminar. - Seleccionar la pestaña de Seguridad y utilizar la Configuración mover el control deslizante totalmente hacia arriba para bloquear todas las cookies o totalmente hacia abajo para permitir todas las cookies. Tras ello, hacer clic en Aceptar. * Más información sobre Internet Explorer 9.
 
En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. En algunos navegadores se pueden configurar reglas específicas para administrar cookies por sitio Web, lo que ofrece un control más preciso sobre la privacidad. Esto significa que se puede inhabilitar cookies de todos los sitios salvo de aquellos en los que se confíe.

PIEZA DEL MES / DICIEMBRE 2021

San Juanito 
 
Plomo policromado, madera dorada y policromada
52 x 24 x 22 cm. Peana 17 x 32 x 24 cm
Juan de Mesa 
Taller sevillano de fundición 
Primer tercio del siglo XVII
 
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
 
 
 
 
 
 
 
 
El uso del plomo en la producción seriada de esculturas devocionales tendrá su principal centro fabril en Sevilla durante el siglo XVII.
 
La causa deriva tanto de la enorme cantidad de encargos de obras piadosas destinadas al comercio ultramarino, como de su inferior valor respecto del bronce y la facilidad que tenía, mezclado con algo de estaño y antimonio (peltre), para su fundición, retoque y posterior policromía.
 
El modelo más demandado fue el del Niño Jesús triunfante, que deriva de arquetipos realizados por Juan Martínez Montañés y Juan de Mesa. Del modelado por este último proceden el Niño Jesús bendiciendo, que puede verse expuesto en el Museo (Intramuros. Fortaleza interior), y este San Juanito.
 
La imagen infantil de San Juan Bautista, aunque muestra similar contrapposto, anatomía mórbida y cabellos encrespados, se diferencia de la de su pariente en la disposición de los brazos: mientras el derecho lo baja para señalar el cordero que evoca a Cristo, el izquierdo se alza para sujetar una cruz y la filacteria en la que se leería Ecce Agnus Dei.
 
En fecha desconocida la imagen debió sufrir un percance. Cayó de cabeza, el golpe la hundió parcialmente, modificó su postura y es causa de otros desperfectos que presenta y demandan su restauración.
 
Aunque de la misma época, la peana no es la original ya que muestra en el frente el anagrama [To S (corazón) J A], que no parece se corresponda con el santo precursor.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Galería alta
Hasta el 30 de diciembre de 2021
piezames dic_21_cartela_2a
piezames dic_21_cartela_1a

PIEZA DEL MES / NOVIEMBRE 2021

Ecce Homo

Óleo sobre lienzo
55 x 43.5 cm
¿E. Cisneros?
Finales del siglo XIX

Monasterio de Santa María del Valle, Zafra

 

 

 


Pilatos, en el Evangelio de Juan (19 5), dice las palabras «Ecce Homo» (aquí tenéis al hombre) señalando a Jesús, al que presenta a la multitud congregada frente al pretorio de Jerusalén.

La iconografía, que no aparece hasta el siglo XV, nos muestra a Cristo con un aspecto lastimoso, tras haber sido flagelado, coronado de espinas y cubierto con un manto de color purpura. Es la viva imagen de un rey grotesco, humillado y dolorido: de espinas es su corona, de afeites sirven sus magulladuras y la sangre derramada y un trozo de tela roja anudada al cuello, de manto regio.

Y así se nos muestra en este lienzo, que es copia decimonónica del Ecce Homo de Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla 1617-1682) y conserva el Museo del Prado. El original está datado en la década de 1660-1670, dentro del llamado periodo cálido de la producción del maestro sevillano, en el que desaparece el tenebrismo y la pincelada se vuelve suelta y la tonalidad brillante.

Pero, el Ecce Homo del convento, que es una buena copia, muestra, a diferencia del original, un ligerísimo mayor tamaño y un aspecto claroscurista derivado seguramente del oscurecimiento de los barnices.

En el dorso lleva la dedicatoria: «Para mi hija Mercedes. E. Cisneros», escrita con caligrafía clara y rubricada. Puede que llegase al convento como parte del ajuar de alguna novicia, cuyo padre quizá fuese copista de pintura antigua en el museo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Galería alta
Del 1 al 30 de noviembre de 2021

piezames nov_21_cartela_2a
piezames nov_21_cartela_1a

PIEZA DEL MES / OCTUBRE 2021

San Francisco de Asís 
Madera policromada y telas encoladas 
140 x 56 x 55 cm 
Escuela sevillana 
Último tercio del siglo XVII 

Monasterio de Santa María del Valle, Zafra

 

 

 

 

A Francisco, el pobrecillo de Asís, el arte desde el siglo XIII nos lo muestra en múltiples facetas de su vida y leyenda, pero siempre con expresión devota y amable.

Tras el Concilio de Trento, lo usual es representarlo de pie, vistiendo hábito de capuchino, ajustado a la cintura con un cíngulo, y contemplando un crucifijo. Como segundo Cristo, los estigmas están siempre visibles en manos, pies y, a través de una abertura del sayal, la llaga del costado. Y su rostro adquiere rasgos ascéticos y gesto atribulado.

Así, puede verse en esta imagen que, hasta finales del pasado siglo, ocupaba una de las hornacinas laterales del retablo mayor, realizado por Alonso Rodríguez Lucas entre 1670 y 1671, de donde pasó al refectorio.

La talla y su policromía debieron ser ejecutadas por esos mismos años, en un taller de escultura sevillano en el que los rasgos roldanescos, como postura abierta, movimiento contenido, rostro de perfiles definidos o cabellos abocetados y sinuosos, son evidentes; pero, cuyo tallista aún se nos oculta, tanto como el admirable pintor que la terminó.

Originalmente fue imagen de vestir, que constaba solo de tronco, cabeza y brazos articulados, aupados sobre un bastidor, y con las partes anatómicas visibles policromadas y encarnadas. A finales del siglo XVIII se le añade el hábito de tela encolada, con pliegues tubulares y abullonados y cenefas doradas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hasta el 31 de octubre de 2021
Galería alta del Museo

piezames oct_21_cartela_2a
piezames oct_21_cartela_1a

PIEZA DEL MES / SEPTIEMBRE 2021

Huella del pie de Cristo
Telas, hilos, tinta, madera y cristal
29,3 x 37,2 cm
Tierra Santa
Siglos XVIII y XIX
 
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra

 

 

Los Hechos de los Apóstoles (Hch 1, 12) narran que, tras contemplar como Cristo se elevaba al cielo, los once volvieron a Jerusalén «desde el monte llamado de los Olivos». Lugar en el que en el siglo IV se levanta una iglesia para conmemorar el suceso.

Destruida y reconstruida sucesivamente, por musulmanes y cruzados, finalmente es derruida en el siglo XIII para levantar una mezquita. Aunque respetaron una pequeña capilla centralizada, como signo de buena voluntad hacia los cristianos. Es la llamada Capilla de la Ascensión, en cuyo centro se venera una roca que tiene grabada la huella de un pie, al que la tradición reconoce como el vestigio o pisada última de Jesús antes de elevarse.

Este podomorfo, considerado como verdadera reliquia de Cristo, fue reproducido en telas que, por contacto, eran convertidas en reliquias cargadas del mismo poder taumatúrgico que la huella pétrea. Para identificarlas llevan impresa con tinta la leyenda latina «Vestigium D[omini] N[ostri] J[esu] C[hristi] in Monte + Oliveti», que puede traducirse como huella del Nuestro Señor Jesucristo en el Monte de los Olivos.

Fueron los franciscanos quienes difundieron la veneración de estas improntas al llevar su emblema, la Cruz de Jerusalén, en todas ellas. Volver de Tierra Santa con reliquias de contacto, piedrezuelas de los Santos Lugares u objetos artesanales de madera y nácar fue usual entre los frailes que colmaron sus conventos y los de clarisas con este tipo de recuerdos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Del 1 al 30 de septiembre de 2021
Galería alta del Museo

 

piezames sep_21_cartela_2a
piezames sep_21_cartela_1a

Huella del pie de Cristo

Telas, hilos, tinta, madera y cristal

29,3 x 37,2 cm

Tierra Santa

Siglos XVIII y XIX

 

Monasterio de Santa María del Valle, Zafra

 

 

Los Hechos de los Apóstoles (Hch 1, 12) narran que, tras contemplar como Cristo se elevaba al cielo, los once volvieron a Jerusalén «desde el monte llamado de los Olivos». Lugar en el que en el siglo IV se levanta una iglesia para conmemorar el suceso.

Destruida y reconstruida sucesivamente, por musulmanes y cruzados, finalmente es derruida en el siglo XIII para levantar una mezquita. Aunque respetaron una pequeña capilla centralizada, como signo de buena voluntad hacia los cristianos. Es la llamada Capilla de la Ascensión, en cuyo centro se venera una roca que tiene grabada la huella de un pie, al que la tradición reconoce como el vestigio o pisada última de Jesús antes de elevarse.

Este podomorfo, considerado como verdadera reliquia de Cristo, fue reproducido en telas que, por contacto, eran convertidas en reliquias cargadas del mismo poder taumatúrgico que la huella pétrea. Para identificarlas llevan impresa con tinta la leyenda latina «Vestigium D[omini] N[ostri] J[esu] C[hristi] in Monte + Oliveti», que puede traducirse como huella del Nuestro Señor Jesucristo en el Monte de los Olivos.

Fueron los franciscanos quienes difundieron la veneración de estas improntas al llevar su emblema, la Cruz de Jerusalén, en todas ellas. Volver de Tierra Santa con reliquias de contacto, piedrezuelas de los Santos Lugares u objetos artesanales de madera y nácar fue usual entre los frailes que colmaron sus conventos y los de clarisas con este tipo de recuerdos.